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jueves, 22 de enero de 2015

El aceite de oliva en España necesita de gentes con menos dudas y más certezas

¿Existen listas de aceites de oliva que como en el caso del vino, los califiquen como buenos y con una buena relación calidad-precio?, ¿puede comprarse un litro de aceite de oliva por 1 euro?, ¿por qué nos pensamos mucho el gastarnos 10 euros en una botella de aceite de oliva virgen extra, y sin embargo estamos dispuestos a pagar 1 euro por 50 gramos de un sospechoso jamón de york envasado al vacío?.

Estas y cientos de preguntas más vienen a la cabeza cuando se observa cada día la batalla que el aceite de oliva tiene que emprender ante consumidores, distribuidores y lo que es más llamativo, entre las propias filas de sus propios productores para colocarse en el lugar que se merece.

Resulta poco motivador para cualquiera de nosotros que a cada instante nos estemos repensando lo que hacemos o defendemos. Este tejer y destejer al estilo de la Penélope del mito, es una metáfora de la relación amor-odio que en España se tiene con respecto a uno de sus alimentos más paradigmáticos, el aceite de oliva.

Cualquier revisión de la Hispania Romana o Al-Andalus árabe nos avisará de que estamos desde antaño en una tierra de olivo y vid, en un enclave mediterráneo cuya dieta alimentaria viene siendo ensalzada de manera halagadora por antiguos y modernos. Es algo identitario que se encuentra enraizado en nuestro plano genético y sociológicoSería extraño que en la France sus gentes pusieran en tela de juicio la relevancia en su identidad gastronómica sus viñedos y sus mistificados vinos. 

El aceite de oliva en España necesita de gentes con menos dudas y más certezas. Consumidores informados, productores formados técnica y organizativamente, y unos gobernantes vigilantes en la defensa de las reglas del juego limpio con este alimento.

El aceite de oliva tiene frente al otro gran bastión de nuestra gastronomía, el vino, la ventaja de no tener que lidiar con su sambenito etílico, ese alcohol que le señala ante dispares puntos de vista en cuanto a su defensa o demonización. Sin embargo el vino está sabiendo poner más carne en el asador en su despliegue ante los ojos de sus potenciales consumidores.  El vino está sabiendo hacer mejor esa labor de Lobby tan necesaria para alcanzar sus metas.
La dispersión y la debilidad del tejido productivo del aceite de oliva en nuestro país sigue todavía pesando demasiado en la cuenta de resultados del sector. 

Ante este panorama toca ahondar en una alfabetización masiva de todos nosotros al respecto de la maravilla del aceite de oliva. Y este adiestramiento tiene que ser lo suficientemente sensible y flexible como para conseguir que pueda entenderlo todo el mundo. El elitismo, cultismo y los discursos de los ya muy iniciados en la materia tiene que utilizarse en su justa medida.

Y lo que es más curioso, para hablar a las gentes de las bondades de todo tipo del aceite de oliva, no tendríamos que dirigirnos tanto al estómago del consumidor, y si más a su plano emocional, a su visión de la mejor calidad de su vida.

Lo que encarece y aleja al aceite de oliva de nuestras despensas es nuestra propia baja autoestima con respecto a algo que por cercano, llegamos a negarle su excelencia. Hay confianzas que a veces dan as...

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7 comentarios:

  1. Enhorabuena por el articulo,
    considero que no se puede transmitir mejor la necesidad de revalorizar nuestro oro líquido en un pais que produce el 62% de aceite de oliva de la UE y el 41% del mundo

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  2. Gracias Juan, sorprende que el aceite de oliva no ostente su justa categoría de alimento estrella de la dieta mediterránea en nuestro país, y que se le de su verdadero valor en lo saludable, en lo económico y lo cultural.
    Un cordial saludo.

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  3. Muy acertado artículo. Felicitaciones

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  4. Muy bueno. Es una pena que en nuestro país valoremos más lo que viene de fuera que lo que tenemos en casa. Pero en el caso del aceite de oliva creo que la responsabilidad de este hecho no es del consumidor, las autoridades, productores y demás entidades con competencias en el sector, tienen mucho que hacer al respecto.

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  5. Que acertado. Coincido contigo en que lo primero es que en las propias zonas productoras conozcamos y valoremos lo que tenemos

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  6. Totalmente de acuerdo. Ese debería ser el objetivo de la Interprofesional. No, a los cocineros galácticos y a la farándula que les rodea. Como siempre, el dinero que se pone, no va a donde tiene que ir sino a donde quieren que vaya. Pandilla de corruptos

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